ASÍ NACIÓ EL AUTOBÚS AZUL
Michel |
Primavera de 2008, sótanos del aulario San Isidro. Son las 6
de la tarde de un miércoles y empieza en Radio universidad de Salamanca “La
nave de los necios”, un programa ideado para una sóla temporada en el que se
hace un repaso a la literatura contracultural. El programa ya va por los ’80 –
’90 del siglo XX; y sí, le ha llegado el turno a la desengañada generación que
buscaba una salida a su rabia a través del Grunge. Tan frustrada estaba que
hasta se negaron nombre; es la “Generación X”.
Normalmente los programas los suele hacer en solitario un
tipo conocido como Michel; total, simplemente es llegar, poner algo de música y
hablar tranquilamente de dos o tres libros que le han tocado las narices al
poder de turno. Sin embargo, para el día de la Generación X surge una idea.
Pablo |
En los bares siempre hay un tipo alto con melena. Habla poco
y se mueve menos pero, desde el 2005,
cada vez que éste sujeto llamado Pablo ve a Michel en medio de un caos de
cuerpos sudorosos y música a toda pastilla, le grita al oído “Michel, de
verdad, tienes que escuchar el disco My brother the cow, ¡¡¡MI HERMANO LA
VACA!!! ¿Lo apuntaste? ¿Ya lo hiciste?”. De tanto repetir el mismo tema en
diferentes bares, los dos sujetos fueron trabando una amistad basada en
escuchar ese disco. Cualquier noche empezarían a hablar de más cosas, y fue así
como surgió una conversación sobre el Grunge; que si la vida es una mierda, que
si estamos bien jodidos, que si odio a la gente que va de feliz y guay por la
vida, que si tengo la discografía de Nirvana escuchada mil veces, que si “nadar
mar adentro y no querer salir”, que si tienes que leer la letra de Dumb “No soy
como ellos pero puedo aparentarlo…” que tiempos aquellos...pero la vida pasa, aunque siguen pensando lo mismo, que la vida es una mierda. Otra cosa no, pero son unos chicos constantes en sus ideas.
Así las cosas estaba claro; el programa sobre la Generación
X contaría con un invitado de excepción. Pablo pondría la música a un programa
en el que se habló, sobretodo, del final de las utopías políticas, Chuck Palahniuk
y las letras de Nirvana. Antes de entrar a directo Pablo estaba como un crío en
una tienda de juguetes; al tipo le da reparo tocar las cosas y se queda
satisfecho al ver en la redacción un póster de David Grohll mirándo a cámara
con una taza de té. Si no hubiera sido el batería de Nirvana pensarías que se
trata de la Reina de Inglatera preguntándote por tus problemas de estómago. Rabia,
nihilismo y buena música que corría a cuenta
del melenudo. “In my finest suit” –Mudhoney-, “Death to Birth” –Michael
Pitt- y la parte con los mejores punteos de “Like a Hurricane” - del que se ha
convertido en uno de los míticos del bus, el Sr. Neil Young- sonaban como una
declaración de intenciones en la 89.0FM. Termina el programa y, curiosamente, ha salido bastante
bien, aunque no podemos dar fe de ello puesto que toda esa temporada se perdió
en el copión. Los criminales siempre borran las pruebas.
Pablo y Michel caminan por Libreros y, parando en La taberna
de Ángel, surge una idea. “No estaría nada mal un programa de música, ¿verdad?
Poder tener una hora a la semana para hacer un monográfico del músico que nos
dé la gana”. Sentados al fondo del bar la conversación entre estos dos parias
se acelera como nunca lo haría para temas como buscar trabajo o aprender
idiomas. Rápidamente uno de los dos le pide un bolígrafo al camarero y, en una
servilleta, comienzan a llover los nombres de grupos míticos: Led Zeppelin, The
Rolling Stones, Neil Young, Nirvana, Pink Floyd, The Clash, Iggy Pop, Jimi
Hendrix… y claro está, The Doors. El tiempo parece haberse acelerado y ahora
estos dos sujetos están callados mirándose. No, no es una cita. Están buscando
el nombre para un programa de radio. Algo… rockero, algo con carretera, algo
con éxodo, tipo Roger Daltrey en Baba O’Relley… pero que también suene bien… curioso…
salen algunas paridas y, de repente, ¡oh sorpresa!, bajo la melena hay un tipo
pensante que suelta “¿Sabes Michel la canción “The End”, de los Doors…? Hay un
momento que dicen “the blue bus is calling us” El Autobús Azul nos llama. ¿Lo
pillas? Está de puta madre”. Inmediatamente el nombre de El Autobús Azul se
escribe en la servilleta encima del listado de grupos. Ya está. Así de fácil.
El Autobús Azul había nacido en la manera de todas las cosas buenas: a
sensaciones.
Cuenka |
Pero en esos encuentros en medio de bares oscuros llenos de
música y sudor también andaba siempre por ahí un clásico de la descarga ilegal.
Un tipo llamado Cuenka que, tremendo, hablaba menos que el melenudo. Eso sí,
midiendo las palabras. Las pocas veces que decía algo era para hacer una ironía
con muy mala leche -y mejor ocurrencia- o soltar “Joy Division está muy bien”.
Lo que se dice un tipo interesante. Si Dong King le hubiera conocido quizá
hubiera dicho aquello de “pica como una abeja, vuela como una mariposa”. Aunque
lo más probable es que el paso de su limousina hubiera dejado a este tipo envuelto
de barro en alguna cuneta. Parece un tipo con gustos sórdidos, así que tampoco
sería nada extraño. Y como el rock siempre ha sido una música de pandilleros,
estaba claro que los dos tipos del bar llamarían enseguida a Cuenka para pensar
en cómo arrancar el bus. Y así fue. Esa misma tarde el hombre silencioso
recibía una llamada justo al despertar. ¿De su siesta? Por favor… que poca
categoría hombre… no insultes. De su sueño habitual, por supuesto. “¿Yo?
¿Hablando en la radio? ¿Con un programa propio?” Cuenka ya había pasado por la
radio. Pero, aunque devoraba programas nocturnos, la tarde que lo invitaron a
aquella tertulia sobre cine de un inquieto llamado Josemi en la 89.0, se
dirigía al micrófono con el mismo respeto que un eunuco al pene inhiesto de un
sultán. Al melenudo y al del programa de libros les costó un poco convencerlo
de que, quizás, no sería tan complicado. Además, quizá el mito de que con el
rock se folla, copula, fornica, jode, monta, hace el amor, revuelca, menea,
garcha, chinga, mete, coge, echar una cana al aire, tira, fornica, esa no que
ya está puesta… no fuera del todo un mito. Pero… ¡ah!… como todos los mitos, es
mentira claro está; y de esa brecha nace la desilusión y, claro, volvemos de
nuevo al Grunge… en fin, si Pablo y Michel hubieran estado jodiendo quizá nunca
se hubieran conocido en los bares, ni hubieran hecho aquel programa. A menos
que hubieran jodido entre ellos claro, pero de eso sólo hay rumores.
Con sexo o sin él el caso es que los tres estaban de
acuerdo. Cuando llegara el comienzo del nuevo año de emisiones presentarían una
solicitud para emitir un monográfico semanal de una hora sobre grupos de rock,
blues, blues-rock… cualquier cosa que tuviera mínimamente que ver con la música
de los antiguos negros esclavos. Tras una reunión en la que los horarios de los programas se
cuadran e intercambian como si fuera la bolsa de valores, El Autobús Azul echa
a rodar en octubre de 2008, haciendo los primeros kilómetros con un monográfico
sobre el grupo que reúne la esencia del programa; blues, rock, psicodelia,
contracultura, buenas letras, escándalo, polémica y, claro está, el nombre. Con
un “From los Angeles, California, The Doors”, Roadhouse Blues rompe en directo
el dial como una auténtica declaración de intenciones a cargo de un vociferante
Pablo (por aquel entonces no sabía que tanto grito distorsionaba, con la consecuencia bronca de los técnicos, pensando que habían dejado entrar a unos enajenados mentales, no se equivocaban).
Aulario San Isidro |
Desde ese viernes de otoño a las 20:00 horas El Autobús Azul
ha pasado a ser uno de los programas de música en Radio universidad de
Salamanca; además de vicio de tres individuos con escasa proyección social y
laboral. Y es que, según la gente va ocupando poco a poco sus puestos de
trabajo, casándose, haciendo sus vidas responsables… hace falta que alguien se
encargue, aunque sea una vez por semana, del R&R. Del R&R, el Blues, el
Blues-Rock, el Soul, el Hard-rock, el Punk, el Jazz, el Country, el Heavy, el
Ritmin’ & Blues… de todo lo que ha dado la música tras la segunda muerte
del diabólico Robert Johnson. Y es que tan sólo en la primera temporada pasaron
grupos como Joy Division, Deep Purple, Led Zeppelin, Dylan, Clapton, Bowie,
Nirvana, Hendrix, Neil… Suicidios como el de Ian Curtis, vómitos mortales como
el de Jimi, desapegos con el mundo como el de Kurt, viejos hippies como Neil,
vitalistas como Keith Moon, adicciones infernales en casi todos los que han
montado en el bus… Las historias jodidas, la cara B de la música como una
constante en el programa. Y así, entre muertos por sobredosis o ahorcamiento,
se han ido pasando programas y programas, técnicos y horas.
ESPECIAL FINAL DE LA 2º TEMPORADA
En este programa unos gañanes hablan sobre la vida, la música, el futuro, cuentan antichistes, beben cervezas y desvarían,...vamos, lo que suelen hacer normalmente. Todo ello aderezado con música de calidad, sólo tenéis que escuchar el programa para conocer los grandes temas que se pusieron ese día. De colchón sólo una: When the music is over.
PD: My
brother the cow. Mudhoney. 1995. Discazo muy recommendable.
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