PISTA
01 – MILESTONES – 5:46 (Dejar solo 1min)
Pista 02 – A Night in
Tunisis (Bird & Miles) – 3:02
Pista 03 – Blues for Pablo – 5:18
Miles
Davis es,
junto a Louis Armstrong, la gran
figura del jazz, y no nos referimos sólo a su popularidad (es conocido incluso
por aquellos que nunca han escuchado uno de sus álbumes, es un icono de la
música), sino a que ambos lo hicieron avanzar. Claro que, en el caso de Davis, se puede afirmar que lo
revolucionó, hasta tres veces además. De hecho, desde finales de los 40 hasta
principios de los 70 (y hay quien lo alargaría hasta dos décadas más), encabezó
cada innovación del jazz. Fue el creador del cool jazz, el estilo que
mejor se adapta a su manera de tocar la trompeta, a finales de los 50 introdujo
el jazz
modal (que se basa, para la improvisación, en escalas y no en acordes)
y, finalmente, en 1969, ofreció la primera fusión válida de jazz y rock,
iniciando así el estilo conocido como Fusion. A partir de entonces, su
carrera no fue tan brillante, aunque en los 80 siguió experimentando,
influenciando a la escena electrónica y hasta siendo uno de los pioneros en la
fusión de jazz y rap. Por eso existe la opinión de que el jazz ha dejado de
evolucionar a partir de su muerte (1991). Cierto o no, en cualquier caso, lo
que está claro es que escuchar la discografía de Davis es imprescindible para conocer la historia del jazz, es
decir, la historia de la música del siglo XX.

Durante
el verano de 1948, Davis organizó un grupo con nueve músicos con una inusual
sección de viento. Además de su trompeta, había un saxo alto, un saxo barítono,
un trombón, un corno francés y una tuba. Este noneto, basándose en los arreglos
de Gil Evans entró en un estudio de
Capitol Records en enero de 1949 para grabar la primera de las tres sesiones de
las que surgieron 12 temas que, en principio, no llamarían excesivamente la
atención. Tal es así que no fueron editadas por la compañía hasta 1957,
conformando la obra maestra Birth Of The
Cool. Esas grabaciones, no obstante, fueron enormemente influyentes, dando
lugar al estilo conocido como cool jazz.
A
finales de los 40, todo el mundo quería ser como los grandes genios: un nuevo
Louis Armstrong, un nuevo Charlie Parker… Miles Davis sabía que aquello era
imposible. Buscaba algo distinto. Llegó a la conclusión de que si no podía
tocar ni más rápido ni más fuerte, haría todo lo contrario. Tocaría más
despacio, más suave; una música casi etérea. He ahí el nacimiento del Cool
Jazz. El Cool Jazz se aleja de la
improvisación total y de los furiosos ritmos del bebop. Davis desarrolló un
estilo más relajado y orquestal. Desnudó al jazz de sus raíces en el blues y lo
empujó hacia un sonido que tenía mucho más en común con la música clásica europea.
Los críticos dieron a esta música el nombre de cool, tomado de la
expresión to be cool, es decir, calmado, imperturbable, que
provenía del argot de los propios músicos.

PISTA
04 – Move – 2:34
Pista 05 – Summertime – 3:20
Pista06 – Générique – 2:50
Pista 07 – Bye Bye Blackbird –
7:55
[LEER MÁS...]
"Seguí a Bird por todas partes". Evoca Miles. "No tengas miedo". Me decía él. "Sigue adelante y toca." Una de las mejores excusas para utilizar drogas que los músicos han argumentado es la posibilidad de expandir su sonoridad y liberarse de las ataduras racionales al crear. Pero más allá de las teorías hippies y new age, es un hecho que el jazz nació en un contexto propio del uso de alcohol y drogas. Quizá la mejor explicación la da el baterista Shelly Mane. Mane explica que el músico de jazz tiene una diferencia elemental con otros músicos: la improvisación. Un músico de jazz tiene que constantemente crear, tener nuevas ideas, componer y tocar casi al mismo tiempo. Pero eso no lo hace, en especial los profesionales, solamente una vez a la semana; en los mejores momentos del bebop los músicos tocaban más de una vez por noche y casi todos los días de la semana, a veces viajando de una ciudad a otra. Así, para poder soportar el ritmo y encontrar la tranquilidad los músicos utilizaban narcóticos.
"Seguí a Bird por todas partes". Evoca Miles. "No tengas miedo". Me decía él. "Sigue adelante y toca." Una de las mejores excusas para utilizar drogas que los músicos han argumentado es la posibilidad de expandir su sonoridad y liberarse de las ataduras racionales al crear. Pero más allá de las teorías hippies y new age, es un hecho que el jazz nació en un contexto propio del uso de alcohol y drogas. Quizá la mejor explicación la da el baterista Shelly Mane. Mane explica que el músico de jazz tiene una diferencia elemental con otros músicos: la improvisación. Un músico de jazz tiene que constantemente crear, tener nuevas ideas, componer y tocar casi al mismo tiempo. Pero eso no lo hace, en especial los profesionales, solamente una vez a la semana; en los mejores momentos del bebop los músicos tocaban más de una vez por noche y casi todos los días de la semana, a veces viajando de una ciudad a otra. Así, para poder soportar el ritmo y encontrar la tranquilidad los músicos utilizaban narcóticos.
Escribir sobre drogas y jazz se puede convertir en
una misión sin final. Mucho se podría decir del alcoholismo de Eddie Condon, de los múltiples gustos
autodestructivos de Billie Holiday,
de la propensión a la cocaína de Chet
Baker y de tantos otros músicos que tomaban, se inyectaban, fumaban,
tragaban, esnifaban y se introducían todo lo que podían para existir. Pero es
interesante seguir a dos músicos que tocaron juntos en diferentes momentos y
tuvieron la coincidencia de ser ambos consumidores de heroína. Tanto en lo
musical como en el gusto por inyectarse, uno fue el maestro que influyó directa
o indirectamente en el alumno. La mejor imagen que podríamos tener de Charlie Parker y su adicción es la
siguiente: mientras se levantaba la manga de su camisa y le mostraba a un amigo
su brazo marcado por las agujas como las trincheras en un campo de guerra, le
decía: “Ésta es mi casa, ésta mi cartera
de acciones, éste mi Cadillac.” Parker se había despeñado por un barranco
de heroína y alcohol del que saldría muy pocas veces pero a la que siempre
regresaría tanto para evitar los dolores físicos como los emocionales. Los
médicos que le hicieron la autopsia le calcularon entre cincuenta y sesenta
años, en realidad tenía 34.
El contraste
en cuanto al uso de drogas vendría a ser su alumno aventajado Miles Davis. Miles era más duro que el
saxofonista, sin extrema sensibilidad ni complejos generados por el racismo de la
sociedad en la que vivía. Miles era un negro de clase media acomodada que
además recibía una pensión de su padre cuando intentaba formarse una carrera
como músico en los bares neoyorquinos. Este pasado “burgués” sería motivo de
burla cuando Parker en alguna grabación desastrosa, de aquellas que él
acostumbraba, donde ni siquiera podía estar de pie, ante los reclamos del
trompetista por presentarse en ese estado le dijo: “Muy bien, Lily Pons. (cantante blanca y delicada de opera) Para producir belleza, hay que padecer
dolor. ¡De la ostra nace la perla!”

El
padre del trompetista una y otra vez ayudó a su hijo. Le decía que si el
problema fuera con una mujer, pues con cambiar de mujer se solucionaba, pero en
este caso, no se podía cambiar de droga. Tendría que dejarla definitivamente.
Así que en 1953 regresó al hogar paterno y comenzó su propio tratamiento, rudo
y definitivo, encerrado y dolorido, Parker ya no podría reírse más de su pasado
acomodado. Miles lo cuenta:
“Estaba resuelto a desengancharme de la droga.
Estaba harto de ella. Sabes, uno puede hartarse de cualquier cosa. Incluso
puedes cansarte de estar asustado. Me acosté y miré el techo durante doce días
y maldije a todos los que no me caían bien. Lo hice de la manera más difícil.
Era como tener una gripe fuerte, sólo que peor. Nadaba en sudor frío. Me
moqueaba la nariz y los ojos se me llenaban de lágrimas. Vomitaba todo lo que
trataba de comer. Se me abrieron los poros y olía a sopa de pollo. Hasta que un
día se acabó.”
PISTA 08 – BANK ROBBERY – 4:35
Pista
09 – E.S.P. – 5:31
Hace más de medio siglo, Miles Davis cambio la
historia de la música con "Kind of
blue". Considerado el disco más importante del jazz, una de las
grandes obras de la música de todos los tiempos y un gran éxito comercial, con más
de cuatro millones de copias vendidas desde su publicación en 1959.


PISTA
10 – BLUE IN GREEN – 5:37
Pista 11 – Concierto de Aranjuez (Part 2) – 3:34
Pista 12 – Springsville – 3:27
1959 fue un gran año para Miles Davis, es decir,
para el jazz y, por tanto, para la historia de la música. Grabó dos de los
álbumes más recordados (y logrados) de su extensa carrera: Kind of blue y Sketches
of Spain. Dos obras imperecederas, una fecha marcada con una enorme cruz en la
música del siglo XX, porque ese año alcanzó uno de sus puntos culminantes. Sketches
of Spain va a
pasar a la historia, más que por la interpretación de Davis (que es magistral,
de eso no hay duda), por los brillantes (y más innovadores que nunca) arreglos
de Gil Evans, que despliega aquí un
trabajo admirable, que no cesará nunca de sorprender y de maravillar a quién
los escuche, sin importar de qué siglo se trate. Afortunadamente, dispuso de
una orquesta con la que pudo desarrollar su sinfonismo, su amor por la música
clásica, y en este caso, por la obra de dos grandes compositores españoles: Joaquín Rodrigo, autor del Concierto
de Aranjuez, en el que está basado el tema principal y Manuel de Falla autor de Canción del Fuego Fatuo en la que se
basa otro tema del disco. El resto de cortes son composiciones de Evans.
Además, Sketches of Spain puede también considerarse como el primer álbum
logrado de jazz flamenco. “El
flamenco es el equivalente español del blues”, declaró Davis presentando este disco
A finales de los 60 comienza a
usar instrumentos electrónicos, utilización que culmina en dos álbumes de
jazz-rock, Bitches Brew e In A Silent Way, con los que nace el Jazz-Fusion, y en los que participan Chick Corea, Herbie
Hancock, John McLaughlin, Wayne Shorter, Dave Holland,
entre otros.

El piano eléctrico, las guitarras
y bajos eléctricos se incorporaron a los conjuntos, creando así el jazz
eléctrico, que por primera vez podía rivalizar en decibelios con las bandas de
rock. Davis admiraba a músicos como Jimi Hendrix o Sly and the Family Stone y
quizás envidiaba como esos "músicos negros" podían llenar estadios y
vender millones de discos. Al final él también lo consiguió tocando para más de
600 mil personas en el Festival de la Isla de Wight en 1970.
PISTA 13 - IT'S ABOUT THAT TIME (In a Silent Way) –
3:40
Pista 14 – So What – 9:25
El 1 de Julio de 1975, tras una actuación en el
Newport Jazz Festival, en el Avery Fisher Hall de New York, inicia un
prolongado retiro debido a sus graves problemas de salud provocados por un grave
accidente de coche. Tuvo que ser operado varias veces de la cadera y una
pierna, quedándole una sensible cojera para siempre. Durante los años que pasó alejado de la música,
su discográfica, Columbia Records, siguió editando álbumes que recopilaban grabaciones
inéditas.

La última etapa de su carrera todavía necesita de la perspectiva temporal para
ser apreciada correctamente. Es muy posible que en unos años algunos de sus
discos de los 80 adquieran el estatus de obras maestras como lo son sus
grabaciones de décadas anteriores. Eso sí, hasta su muerte, que ocurrió el 28
de Septiembre de 1991, estuvo impulsando el jazz hacia adelante, como siempre,
y está por ver quién será el nuevo Miles Davis, esa figura que vuelve a
revolucionar la música durante décadas, si es que vuelve a haber una.
Duke Ellington equiparó una vez a Miles con Picasso: "Siempre cambiando, siempre haciendo frente a algo, él solo, asumiendo riesgos, incitando a los demás a que los asuman. No insistiré en la comparación, porque desconfío de las analogías entre creadores de distintos campos. Pero es indudable que en el jazz Miles Davis ha sido uno de los ejecutantes más versátiles e influyentes: el principal impulsor del cool jazz, después director del pequeño grupo de jazz más hot, luego lírico solista orquestal, y en la actualidad el demoníaco animador de pasajes de música electrónica brillantemente salpicada con rock, jazz, blues y su propia trompeta, de una soledad desgarradora".
PISTA 15 – HUMAN NATURE – 4:30
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